Por Leo Babauta.
Creo que todos hemos pasado por esto: nos hemos inscrito al gimnasio, nos matriculamos a una clase, compramos un libro… y luego no lo usamos.
Hemos tenido la esperanza de aprender a dibujar, a programar, a tocar un instrumento musical… y fallamos prontamente.
Hemos tenido las mejores intenciones para un proyecto (tal vez iniciar un blog o escribir un libro). Hemos tenido las mejores intenciones para nuestro día, ser productivo y tener éxito en nuestros planes.
Y entonces nuestros planes se desmoronan.
¿Por qué pasa esto? ¿Qué nos pasa?
En mi experiencia, hay algunos obstáculos principales:
1. Somos demasiado optimistas.
Creemos que vamos a ser capaces de hacer cerca de 2 a 5 veces más de lo que realmente podemos hacer. Pensamos que tenemos mucha capacidad, mucha energía y mucho tiempo en el día, pero no somos buenos estimando nada de eso, y también pensamos en las cosas que queremos hacer van a tomar forma en menos tiempo de lo que realmente va a tomar. El optimismo nos golpea siempre.
2. No tenemos en cuenta las pequeñas cosas.
Esto va mano a mano con el optimismo, pero cuando estamos pensando en nuestros planes, no pensamos en las cosas pequeñas, como las tareas de mantenimiento que se tienen que hacer con el fin de lograr nuestros planes… o incluso solo para vivir. Nosotros no pensamos en ducharnos, cepillarnos los dientes, vestirnos, cocinar, comer, limpiar, lavar la ropa, conducir, conseguir el gas, responder a mil mensajes de correo electrónico, las llamadas telefónicas, ir al baño, y así sucesivamente. Simplemente no somos capaces de calcular todo eso.
3. Fallamos en encarar a la resistencia.
Cuando tenemos la opción de enfocarnos en lo que esperamos enfocarnos, o hacer algo de trabajo operativo, o hacer alguna de nuestras distracciones confortables… la resistencia surge. Y nuestro habitual respuesta condicionada es alejarse de la resistencia. A veces tenemos la motivación para superarla, pero la mayoría de las veces no la encaramos porque vencer la resistencia no es fácil.
4. No tenemos el entorno adecuado.
Una gran parte de si tenemos éxito en la superación de la resistencia es si tenemos un ambiente que sea propicio para mantenernos en la tarea. Por ejemplo, si somos parte de un equipo, y cuentan con nosotros para terminar un proyecto a final del día… vamos a estar más motivados para superar la resistencia porque no queremos defraudarlos. Pero digamos que nadie sabrá si lo aplazamos hasta el final del día… y hay un montón de distracciones tentadoras en nuestro navegador de Internet… seremos menos propensos a hacer las tareas. Y si hay gente en nuestras vidas que siempre están en contra de que tomemos una clase o aprendamos un instrumento, seremos menos propensos a hacerlo. Rendir cuentas, gente que nos apoya, la presencia de distracciones… estas son algunas partes fundamentales en cualquier ambiente en que estemos.
Estas son cosas que todos hacemos. No hay una persona entre nosotros que sea inmune a estos problemas – sin duda yo no, ni nadie que yo conozca.
Entonces, ¿qué podemos hacer? Resulta que existen algunos hábitos clave que nos puede ayudar con estos problemas, y algunos de ellos van a parecer obvios ahora que hemos identificado las causas.
Soluciones a los obstáculos clave.
Si realmente quieres matricularte a esa clase o usar tu pase del gimnasio, si quieres terminar ese proyecto personal o leer ese libro que compraste, he aquí algunas sugerencias que he encontrado para que seas capaz de hacer lo que realmente quieres hacer.
– Saber que probablemente solo tengas entre 3 a 4 horas de tiempo productivo en el día para terminar proyectos, terminar trabajos importantes, leer libros, aprender cosas. El resto del tiempo lo dedicamos a dormir, comer, mantenimiento personal, transporte, reuniones, llamadas, correo electrónico, distracciones, ir de compras, cocinar, hacer quehaceres, cuidar a los niños, salir con amigos, y así sucesivamente.
Bloquea lo que puedes hacer en ese tiempo. Ejercicio, escribir, leer, aprender, algunas tareas importantes.
- Ahora corta la mitad de esas cosas. Las cosas que quieres hacer te van a tomar el doble de lo que esperas. Si te sobra un poco de tiempo extra, ¡Perfecto! No uses ese tiempo en distracciones, sino e las tareas que quieres lograr.
- Si deseas más tiempo productivo, corta algunas distracciones, televisión, lectura en Internet. Pero es probable que solo puedas agregar una hora más al día.
- Establece un buen ambiente para cada proyecto que desees completar, si deseas aprender a tocar guitarra, enfócate y ten alguien que te apoye. Establece plazos y ten personas que cuenten contigo para terminar tu proyecto. Anda a algún lugar durante 30 minutos en el que no tendrás ningún tipo de distracciones.
- Cuando estés listo para concentrarte en lo que esperas hacer, enfréntate a la resistencia en vez de huir de ella. Mírala fijamente a la cara, verás que no es tan malo. Conoce la razón más profunda por la que quieres hacer tu trabajo y recuerda que esta razón vale la pena frente a la resistencia y sigue adelante a pesar del malestar.
Espero que encuentres útiles estos consejos. Los he usado para aprender cosas, para terminar proyectos, para mantenerme en mi programa de ejercicios, para hacer cosas con mis niños. Estoy lejos de la perfección, me olvido de estas cosas todo el tiempo, pero cuando me acuerdo de ellos, soy mucho mejor y estoy a la altura de mis esperanzas y sueños.
Artículo original en inglés: Not Doing All the Things We Want to Do
MBA de CENTRUM Católica Graduate Business School. Licenciado en Ingeniería Industrial de la Universidad de Lima. Gerente Comercial en Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados. Especialista en Planeamiento Estratégico y Planeamiento Comercial.